Seleccionar página

¡Con el botiquín a cuestas!

¡Con el botiquín a cuestas!

Muchas veces preparamos hasta el último detalle a la hora de preparar nuestra más que merecida escapada y no pensamos en algo tan esencial como llevar un botiquín adecuado a nuestras necesidades. Este sencillo consejo nos puede ayudar a que nada nos pueda amargar nuestras vacaciones.

Poco a poco se van acercando las vacaciones, y cuando llega el momento de realizar el equipaje nos planteamos la duda de si llevamos algún tipo de medicamento o incluso preparamos un botiquín para situaciones que requieran de una cierta atención sanitaria. La respuesta a esta cuestión es rotundamente sí. 

Qué llevar en el botiquín

El botiquín que preparemos y llevemos debe estar adaptado a las características de la zona que vamos a visitar, si tiene acceso a personal sanitario y farmacia, está alejado de estos servicios y profesionales o viajamos a alguna zona de complicado y difícil acceso.

En el primer caso, es suficiente con llevar algún tipo de analgésico, paracetamol o ácido acetil salicílico, un antiséptico y apósitos estériles, vendas, gasas y esparadrapo para posibles heridas, guantes desechables, pinzas, tijeras y termómetro; crema de protección solar, repelentes de mosquitos, corticoides y/o antihistamínicos para combatir los efectos de posibles picaduras, descongestionante nasal, gotas oculares emolientes frente a conjuntivitis y demás procesos irritativos oculares y sales de rehidratación oral serían los elementos más importantes.

En el segundo caso y además de todo lo anterior deberemos añadir a nuestras previsiones medicamentos frente al dolor de garganta y estómago, expectorantes para posibles problemas respiratorios, polvos antifúngicos para infecciones superficiales causadas por hongos, sales de rehidratación oral ya que puede haber problemas de índole diarréica con pérdida de abundantes líquidos, antibióticos de amplio espectro, antiinflamatorios para posibles golpes, torceduras y demás fenómenos con componente inflamatorio evidente.

Botiquín de aventura

El denominado por algunos “botiquín de aventura” incluye además de todo lo demás algunas peculiaridades, entre las que se encuentran, medicamentos específicos frente a la altura si es que se visitan zonas de montaña elevadas, medicamentos antipalúdicos si es que visitamos zonas con índices de malaria de endemicidad elevada (Consultar al médico antes de salir), medicamentos antidiarréicos y laxantes frente a posibles procesos gastrointestinales de cierta intensidad, medicamentos especiales en dependencia de la zona a visitar (antiparasitarios, antiamebianos, antihelmínticos, hemostáticos, suero antiponzoñoso, anestésicos locales…), pastillas potabilizadoras y productos dermatológicos para curar posibles eccemas o procesos de índole infecciosa.

Es importante recordar que antes de iniciar un viaje a zonas alejadas y con dificultades de acceso sanitario, especialmente en países en vías de desarrollo, consultemos a nuestro médico o profesional sanitario acerca de los problemas de salud con los que nos podemos encontrar y en base a ello adoptar cuantas medidas preventivas previas sea necesario (vacunas y profilaxis medicamentosas) y cuantas medidas imprescindibles haya que implantar durante nuestra estancia y también al regreso. Será la única forma de disfrutar de ese merecido descanso sin que nada nos pueda amargar esos días tan especiales. [/show_more]

2 Comentarios

  1. Avatar

    Sobre todo cuando viajas con niños…qué peligro!!

    Responder
  2. Avatar

    Por desgracia suele ser el gran olvidado!!

    Responder

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cinco × 3 =

Banner del Instituto ProPatiens