
Fibromialgia, una enfermedad limitante que genera incomprensión

La fibromialgia está considerada como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud desde 1992. Afecta aproximadamente entre un 2 a un 5% de la población general de diferentes paÃses y en nuestro paÃs los afectados podrÃan estar en torno a 1.300.000 personas. Algunas hipótesis apuntan hacia una predisposición genética, pues la fibromialgia es 8 veces más frecuente entre miembros de la misma familia.
Es una afección de carácter no articular y de causa desconocida aunque se ha visto alguna relación con alteraciones en la fase 4 del sueño y con fenómenos de tensión emocional, suele afectar fundamentalmente al sexo femenino, mujeres jóvenes y de mediana edad, a veces el desencadenante puede ser o bien una infección o un traumatismo que haya podido sufrir los pacientes. El territorio fibromuscular afectado más frecuentemente va desde la parte posterior de la cabeza, cuello, hombros, torax, zona lumbar y muslos.
SÃntomas de la Fibromialgia
En cuanto a los sÃntomas corresponden a un cuadro tÃpicamente neuromuscular con rigidez y dolores progresivos y de carácter difuso, además hay una peculiaridad, el dolor suele ser contÃnuo. La sintomatologÃa puede verse incrementada en determinadas situaciones como pueden ser, una falta de sueño (insomnio), tensión emocional ante circunstancias que generan estrés y ansiedad, ante un traumatismo, ante el simple hecho de la humedad o la sensación de frÃo y también cuando los pacientes encuentran una cierta incomprensión, duda y falta de apoyo en su médico.
Su causa es desconocida aunque se ha visto alguna relación con alteraciones en la fase 4 del sueño y con fenómenos de tensión emocional, además suele afectar fundamentalmente al sexo femenino, mujeres jóvenes y de mediana edad
Además de este cuadro tÃpicamente fibromuscular los pacientes suelen referir estrés, tensión psÃquica, fenómenos de ansiedad, astenia o sensación de cansancio que en determinados casos puede llegar a ser intenso, depresión reactiva a su situación, cefaleas tensionales (dolor de cabeza), fenómenos migrañosos, colon irritable con alteraciones del ritmo intestinal (estreñimiento o diarrea, flatulencia, etc…). En cualquier caso el dolor fibromuscular suele empeorar notablemente con el cansancio y de hecho se pueden observar puntos dolorosos sensibles a la palpación en los territorios musculares afectados.
Las principales consecuencias de esta patologÃa son las limitaciones laborales y de actividades de la vida diaria, mermando la autoestima y provocando sÃntomas ansioso-depresivos secundarios. Es muy importante tener en cuenta que la fibromialgia puede pasar desapercibida en hombres, niños y adolescentes. Es también una enfermedad muy relacionada con la celiaquÃa.
En cuanto al diagnóstico, fundamentalmente se basa en el cuadro clÃnico (dolor a la palpación en territorios musculares) que es caracterÃstico, asociado a una normalidad en las pruebas analÃticas realizadas a los pacientes y a una sensación de astenia o sensación de cansancio generalizado. Un sÃndrome que puede ser similar en sus manifestaciones es el sÃndrome de fatiga crónica (se caracteriza por una fatiga discapacitante e intensa de larga evolución sin debilidad muscular demostrable ya que no hay trastornos subyacentes aparentes que puedan explicar el grado de fatiga. El tratamiento consiste en medidas de apoyo psicológico que a menudo incluyen antidepresivos y reposo limitado, no prolongado, junto a rehabilitación fÃsica y ejercicio regular); también la polimialgia reumática presenta una sintomatologÃa clÃnica similar, aunque en este caso la afectación muscular suele ser proximal y en el análisis de sangre aparece la velocidad de sedimentación globular (VSG) aumentada.
La evolución de esta enfermedad es tendente a la cronificación, aunque la mejora de los factores desencadenantes indudablemente favorecen su remisión, pero las recurrencias son frecuentes. Por ello y de cara a su funcionalidad, es fundamental que los pacientes cuenten con un programa de apoyo completo por parte de su médico.
La evolución de esta enfermedad es tendente a la cronificación, aunque la mejora de los factores desencadenantes indudablemente favorecen su remisión, pero las recurrencias son frecuentes.
En cuanto al tratamiento, este tiene una vertiente médica con el manejo de las situaciones de estrés y ansiedad, el uso de analgésicos, antidepresivos tricÃclicos para mejorar el sueño y un componente fisioterápico mediante estiramientos de los músculos afectados (30 segundos de estiramiento y repetir 5 veces), ejercicio aeróbico (caminata, natación, bicicleta), calor local y masajes.
Según apuntan los expertos habrÃa que mejorar dos aspectos fundamentales: desde el punto de vista médico, una mayor predisposición a la hora de reconocer la enfermedad e investigar más sobre la misma; y desde el paciente, un mayor reconocimiento social de una enfermedad “invisible†y asumir todos el drama personal, familiar y socio laboral, asà como el resto de limitaciones que provoca la fibromialgia.
Asumir socialmente una enfermedad como esta es un reto que aún en nuestra sociedad no hemos alcanzado. Quizá con el tiempo y con el descubrimiento de algún tipo de biomarcador que indique el padecimiento de esta enfermedad comience a disminuir el número de incrédulos.