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El verdadero pan sin gluten es asturiano

El verdadero pan sin gluten es asturiano

En el Área Sanitaria II de Asturias, en la zona de Cangas del Narcea, un 3% de la población es celiaca. Con semejante cifra, el triple de la media nacional, no es difícil encontrar familias con dos, tres, cuatro miembros celiacos… Una de esas familias es la de Maite Pérez, una emprendedora del suroccidente asturiano que hace aproximadamente un año y medio fundó Isacel, una panadería especializada en productos para celiacos que además es la primera en Asturias que produce pan sin gluten fresco a diario.

Primero se lo diagnosticaron a la madre de Maite. Después llegó su diagnóstico y el de sus dos hijas, y por último su marido. Cuatro celíacos en casa, “cinco cuando viene la abuela”, señala Maite, supone una situación complicada para cualquier familia. Así que a  Maite no le quedó más remedio que aprender a cocinar sin gluten. “Cuando diagnosticaron a las niñas en casa dejó de entrar el gluten. Mi marido aún no había descubierto su celiaquía, pero ya hacía dieta. Absolutamente todo era sin gluten, porque el riesgo de contaminación cruzada no merece la pena”. Y así empezó a preparar repostería y sobre todo pan sin gluten. “No me dedicaba de manera profesional a ello, nunca se me había pasado por la cabeza montar una panadería, empecé a trabajar el pan sin gluten porque era lo que comíamos en casa, pero me decidí porque cuando venía gente a casa le poníamos nuestro pan sin gluten, y a todo el mundo le gustaba fuera celíaco o no”.

Y con razón. Maite se levanta a las dos de la mañana para ofrecer todas las mañanas a los vecinos de Cangas del Narcea, Allande, Tineo, incluso Oviedo pan sin gluten fresco, una novedad en Asturias que hay que agradecerle. Su pan, doy fe, es crujiente y tierno. No necesita horneado, no se deshace, no es dulce. Es todo lo contrario. Es decir, y ésto sólo lo entiende un celiaco, parece pan de verdad. Cuando lo comes, escuchas como la corteza cruje y eso es algo poco común en el mundo del pan sin gluten. La única pega es que Maite sólo distribuye en esta zona del país. La opción que nos da a los que pasamos por allí en vacaciones y puentes, es congelarlo y después darle un golpecito de calor en el horno para que recupere la textura original, y la verdad es que lo hace.

Pero no sólo de pan sin gluten (del mejor pan) vive Isacel. La panadería canguesa (ubicada en el pueblo de Puenticiella y con puntos de distribución en la villa), tiene todo tipo de empanadas, bollos y repostería apta para celíacos. Aunque es cierto que el pan sin gluten es su producto estrella. “Viene muchas gente de Madrid en vacaciones y se lo lleva para congelar, es lo que más hacemos porque al final es un producto muy básico y es quizás lo que más se puede echar de menos cuando comienzas una dieta sin gluten, afirma.

La clave para hacer bollos preñaos deliciosos, empanada de picadillo, pastas de té, perfectas rosquillas de anís, no es una, ni dos, “son muchas”. “Cuando empecé con todo esto hice un curso de repostería, pero después me dediqué a probar y tirar, y probar y tirar, no es sencillo para nada, tienes que buscar los mejores ingredientes, controlar bien las mezclas, la temperatura, a veces desesperaba. Pero cuando tienes el producto y ves a alguien sonreír porque le ha gustado lo que has hecho, ya está, ya ha merecido la pena”. Al final el negocio de Maite es un servicio indispensable en la localidad con más celiacos de España.

Un negocio apasionante que la mantiene trabajando desde las dos de la mañana y pendiente de mil cosas, y que a pesar de las complicaciones, de los costes de certificar absolutamente todo lo que entra en la panadería, de las horas y horas amasando en plena noche, llena de harina, Maite está decidida a seguir trabajando para conseguir más productos y de más calidad. “Porque a la calidad no vamos a renunciar”, señala cuando la periodista le suplica que distribuya en Madrid. “Isacel se caracteriza por la calidad y la frescura de nuestros productos y distribuir en otras comunidades sería renunciar a ello y no sería Isacel”.

Está claro, los celiacos tendremos que visitar Cangas del Narcea más a menudo para poder disfrutar de los productos de Maite y de todo lo demás que nos ofrece esta hermosa tierra minera. En esta otra información lo podéis comprobar.

 

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