
Salutogénesis, la capacidad para controlar nuestra propia salud

Trabajar personalmente cada dÃa para prevenir enfermedades es básico y es algo que se consigue reduciendo los factores de riesgo y con hábitos de vida saludable. Ahora además cobra peso la teorÃa de la salutogénica, basada en la idea de que cada persona tiene capacidad de mejorar su propia salud y su calidad de vida.
El término ha sido acuñado por el doctor en SociologÃa Aaron Antonovsky, que hablaba ya de esta teorÃa a finales de los años 70, aunque es ahora cuando comienza a cobrar peso. Uno de los mayores expertos mundiales en esta materia es el pediatra Beng Linström, de la Nordic School of Public Health en Suecia, que ha publicado una gran cantidad de estudios que confirman cientÃficamente la investigación salutogenética, demostrando que esta teorÃa deberÃa tener más peso en relación con la salud pública.
La salutogénesis le da al individuo un papel activo y de responsabilidad en cuanto a su salud y su calidad de vida. El objetivo de esta teorÃa es generar salud, pero que cada uno genere la suya propia, ya que se sustenta en el hecho de que todos tenemos la capacidad de reconocer y usar nuestros recursos para mejorar nuestra propia salud. Para ello se hace imprescindible que los profesionales de la salud ofrezcan los instrumentos necesarios a los individuos para que después éstos trabajen en pro de conseguir una mejor calidad de vida.
Por tanto la educación en salud es fundamental, y Linström explica en sus ensayos el cambio que tiene que darse entre la educación para la salud y la promoción de la salud:
- Educación: el profesional sabe qué es lo correcto y lo explica
- Promoción: el individuo busca aprender algo y encuentra en los profesionales herramientas e ideas para conseguir esos objetivos.
La promoción permitirÃa a la persona ganar control sobre su propia salud, algo fundamental, a la hora de gestionar problemas. Linström destaca también la importancia de no temer a la enfermedad ni situarla en un lugar predominante de la vida de cada uno, sino ser consciente de que la enfermedad es un “estado excepcional†que no debe marcar nuestras vidas ya que dándole demasiado protagonismo harÃa que nuestra calidad de vida disminuyese.
Linström señala que es importante optar por esta teorÃa cuanto antes, desde la infancia, ofreciendo a los pequeños las herramientas necesarias para conocer su cuerpo y ayudarles en su desarrollo pero sin sobreprotegerlos, para convertirlos en personas seguras y fuertes que puedan resolver sus problemas de manera autónoma. Un buen desarrollo fÃsico y mental da como resultado personas más felices, optimistas y estables.
concepto totalmente nuevo para mi, pero lo pondré en práctica!